¿Porqué esperar a que sea
Halloween? ¡Cualquier momento es bueno para hacer una fiesta terroríficamente
divertida en casa! Como ya os comenté en el post anterior, hace unos días
celebramos un cumpleaños en familia, y ¡qué mejor momento para hacer nuestra fiesta
temática! En casa nos gusta mucho todo lo relacionado con el mundo del terror,
¡somos así de tétricos! Así que no tuvimos ninguna duda a la hora de escoger el
tema de nuestra fiesta: ¡¡ Halloween!!
Empezamos con la decoración de nuestra mesa. Como no, pusimos un mantel de color negro, un bonito bol por el
que trepaban unas divertidas arañas presidia nuestra mesa, elegantes copas y
fantasmagóricos platos y servilletas a juego hacían que nuestro banquete fuese
de lo más tétrico. La parte más divertida fue decorar todo nuestro espacio con
telas de araña, le dan un aspecto muy real. Además, acompañamos todo ello con
guirnaldas de murciélagos, globos, calabazas, velas y un fantástico maniquí que
le daba un punto muy tenebroso!
A todo esto, le añadimos un
“bonito” espacio ¡lleno de las criaturas más terroríficas! Arañas gigantes,
serpientes, cabezas sangrientas… decoraban nuestro rincón del miedo.
¡Y llegó la hora de disfrazarse! Las
chicas optamos por vestirnos de terrorífica reina del baile, novia góticafantasma, asistente de lanzador decuchillos (por supuesto, un lanzador con muy mala puntería…) y cheerleaderzombie (¡yo misma!).
Los chicos se decidieron por
disfraces con máscara, tipo disfraz de muerte o de esqueleto. Los más pequeños
de la casa no se lo quisieron perder, y escogieron los divertidos disfraces de
demonio y brujita.
Para darle aún más realismo al
asunto, usamos un maquillaje especial: base de crema blanca (recordemos,
estábamos todos más que muertos…), pintura negra para acentuar las ojeras y
tubos de sangre.
Por cierto, además de disfraces y
decorados, ¡también hubo comida! Preparamos una rica cena y no hace falta que
os diga que lo pasamos genial y que, sin duda alguna, ¡repetiremos!
